Los alumnos de primaria van al laboratorio una vez por semana. Cada curso lo hace en un día distinto y se trata de unas sesiones complementarias al temario, que Roger adapta a contenido práctico sobre lo que en aquel momento están estudiando en clase de ciencias. Son clases especiales que los alumnos valoran como tal y esperan, con ilusión, el momento de ir al laboratorio del colegio.
Acompañamos al grupo de 3º de primaria y a su tutora, Gemma, en una de estas sesiones de laboratorio, que les servirá para profundizar sobre el estudio de las plantas. Roger les ha preparado una práctica para aprender a diferenciar entre plantas, algas y hongos, enfatizando en la idea de que son seres vivos muy distintos, aunque mucha gente considera que son lo mismo.
Primero les pone en contexto y expone las diferencias por ejemplo, que las algas y las plantas se alimentan de agua, sol, dióxido de carbono y sales minerales, es decir mediante la fotosíntesis, y que los hongos lo hacen de materia orgánica. A continuación utilizan los microscopios ópticos y las nuevas muestras que ha adquirido recientemente la escuela para mirar en detalle aquello tan pequeño que no puede ser observado a simple vista.
Para esta práctica utilizan un raíz de maíz, un tallo de Hibiscus, una hoja de café y otra de musgo, y hongos. Con esta rutina de laboratorio se fomenta algo tan importante, desde el punto de vista científico, como son la capacidad de observación y la curiosidad. Para ello es importante que aprendan a dibujar lo que ven por el microscópico que, aunque parece fácil, no lo es.