Este penúltimo día de trimestre hemos celebrado un aprendizaje que empezó en el anterior trimestre, concretamente durante la Semana de la Ciencia, es decir que ha sido muy amplio y transversal. A lo largo de todo este tiempo, los alumnos de Primaria han escaneado, indagado, descrito, considerado perspectivas, descubierto complejidad y puesto en práctica varios hábitos de mente más, sobre las montañas.
Elegimos esta temática a modo de otra celebración ya que 2022, cuando iniciamos el proyecto, fue el Año Internacional del Desarrollo Sostenible de las Montañas, designado por la ONU. Y desde este marco internacional, y ya que todos los cursos de Primaria han conocido las principales montañas y volcanes del mundo, al más concreto en el que visitaron Montserrat. Además este año, durante la Semana de Esquí en la Molina, los alumnos fueron más conscientes que nunca de su presencia en la montaña y de su relación con ella.
Una vez consolidado el aprendizaje múltiple, hoy ha llegado el momento de celebrarlo y compartirlo con las familias, a través del Festival de Primaria. En un escenario de montañas de madera cubiertas con tela coloreada como tipis indios, los alumnos han ido tomando la escena y el micrófono. La Cultura de Pensamiento ha hilado el guión, con el que los alumnos han explicado parte de su aprendizaje a partir de rutinas de pensamiento, hábitos de mente, llaves de pensamiento y los hábitos del corazón.
Los diálogos entre diferentes alumnos de cada curso, alternando catalán, español e inglés, han sido el preámbulo que ha dado contexto a las actuaciones de cada clase, basadas en coreografías y demostraciones de habilidades, ya que en gran parte se han trabajado en clase de Educación Física. Al final del espectáculo, los alumnos han querido compartir un último mensaje de sostenibilidad, en referencia a las colas que se crean en el Everest y el deber de todos de mantener las montañas libres de residuos.
El punto final del festival, es decir de la trasferencia del aprendizaje concentrado en las montañas, ha reunido a todos los alumnos en la pista para bailar Ain’t No Mountain High Enough de forma colectiva y con toda la alegría, que se ha refflejado también en las gradas.