El bienestar en plena Naturaleza, una buena gestión de las emociones y el trato personalizado en todo momento son tres características fundamentales de nuestra escuela, desde el primer curso. Los alumnos de P3, los Rainbow, se han adaptado en un tiempo récord a estas dinámicas escolares, porque son las que les favorecen de forma natural.
Todos los alumnos de P3 se encuentran cómodos, confiados y alegres, tanto en el aula como en los dos patios que tienen asignados. Ambos espacios no sólo los utilizan como zona de recreo, sino que para ellos también son un escenario de aprendizaje. Lo es sobre todo por los elementos naturales a los que tienen acceso directo, como los árboles, las plantas, las flores, el huerto, los insectos, los pájaros…
Aprovechando las temperaturas aún cálidas, los Rainbow están realizando también parte de su trabajo de aula, al aire libre. Un ejemplo de ello es cómo estos días aprenden el trazo algo muy básico y, a la vez, de gran trascendencia porque es el primer paso para, con los años, ir adquiriendo una buena habilidad a la hora de escribir y dibujar. Empiezan poco a poco, por el 1 y el 2, y a partir de diferentes estaciones de trabajo muy dinámicas, en las que todos los alumnos participan.
Tanto el entorno relajado como la supervisión y acompañamiento constante, uno a uno, son dos factores que potencian y aceleran el aprendizaje de forma significativa. Su tutora, Maria, está siempre con ellos, les conoce bien y sigue de cerca lo que hacen y cómo avanzan, además de ayudarles a aprender a gestionar sus emociones con las Llaves del Pensamiento. Durante diez horas a la semana, hace coteaching con Anna, quién siempre se comunica con los alumnos en inglés. Lo mismo hacen Marta y Ciarán, con quienes realizan la asignatura de lengua inglesa y psicomotricidad en el gimnasio.
En las fotos, vemos los diferentes ambientes que Maria y Anna han pensado previamente y aprovechando la cantidad de materiales que tenemos en la escuela, como tizas, arena, coches que deben seguir la línea, plastelina y piezas de la naturaleza con las que desarrollar una buena psicomotricidad fina, la manual. El objetivo es que los alumnos tomen conciencia del trazo, a partir de realizarlo de diferentes maneras, con texturas distintas y formatos alternativos. De esta forma tan variada, el trabajo se les presenta más estimulante y divertido, y esto hace que los alumnos lo interioricen mejor, porque está asociado a una emoción positiva.