Entrenamiento con los iPads finalizado con éxito

Desde inicio de este curso hemos introducido las tabletas digitales con lápices electrónicos en las clases de primaria y ESO, con un doble objetivo. Por un lado, continuar dando respuesta a la evolución de las competencias digitales que los alumnos, y también los profesores, desarrollaron durante la escuela a distancia del periodo de confinamiento. Y, por el otro, dotarles de mejores recursos ante posibles confinamientos temporales, periodos de cuarentena o de reducción de la presencialidad en las aulas. 

Por eso, desde mediados de septiembre y hasta ahora, hemos ofrecido a los alumnos una preparación intensiva para que conozcan a fondo esta nueva herramienta, todos sus recursos, posibilidades y dinámicas de clase online. Un ejemplo es éste de las fotografías, una clase de Inglés de 1º de ESO en la que Maite repasa la unidad de indagación que acaban de trabajar, combinando el iPad con los libros físico. 

De esta forma, en caso de que eventualmente deban seguir la clase desde casa, podrán hacerlo con normalidad, con muchas más facilidades y mayor comodidad que cuando el primer confinamiento nos pilló a todos por sorpresa. Esa experiencia nos exigió una gran capacidad de reacción y adaptación, y tanto alumnos como profesores reaccionaron de forma admirable. Ahora, desde la escuela y con la colaboración de las familias, más que reaccionar lo que estamos haciendo es dar una respuesta más consciente y adecuada para ellos. 

Aunque esta nueva dinámica online tiene muchísimas posibilidades, de momento los profesores se han coordinado para seleccionar las más útiles para empezar y así, en una primera fase, utilizar todos las mismas. Con la app Notelite, han aprendido a organizarse por asignaturas y a gestionar sus tareas gracias al sistema de carpetas y subcarpetas. Con la aplicación Jamboard, pueden compartir sus trabajos con el profesor y compañeros, sin necesidad de estar juntos. Esto sirve también en la escuela física ya que permite mantener más distancia entre ellos. 

Por su parte, los profesores tienen la app aula desde la que pueden ver todas las pantallas de los alumnos y supervisar que sólo se utilice las apps indicadas para aquella sesión. También pueden hacerlo de forma remota a través de la aplicación Jamf teacher.

Durante estos casi dos meses ya han comprobado que es mucho más operativo, y efectivo a nivel de tiempo invertido, que la comunicación entre alumnos y profesores sea vía Classroom. Esto ha supuesto un gran avance en relación al confinamiento de la pasada primavera, donde la comunicación online de los alumnos con el profesor no era el mismo para todos y la interacción se hacía indistintamente por Drive, mail, Classroom, etc. 

Con el pencil, además de no perder la caligrafía y poder seguir realizando los mapas y las rutinas de la Cultura de Pensamiento, como los mapa webs, mapas de definición, los Chalk talks, etc… los alumnos pueden recibir una devolución mucho más rápida y clara por parte de los profesores. Éstos les envían un PDF con su tarea corregida, notas y comentarios a pie de página. Es decir, tal como están acostumbrados en clase y no con adjuntos de mail en los que tenían que crear una caja de texto, teclear el contenido y marcarlo en otro color.

En caso de que se trabaje vía Zoom, el profesor puede compartir el libro, documento o ejercicio en su pantalla -en la que incluso los alumnos pueden escribir con previa autorización-, seguir la explicación más fácilmente, marcar las respuestas correctas y comentarlo en directo.

Al principio la introducción de los iPads fue un reto, aunque positivo, pero un reto para todos, hemos empezado noviembre con un nivel muy alto y unas dinámicas muy positivas ya que entre los alumnos se enseñan entre ellos e incluso, lo que les hace más ilusión: compartir con los profesores algo que han descubierto por sí solos.