La suma de las mejores metodologías

La aplicación de nuestro proyecto educativo al aula es una suma de distintas metodologías que han evolucionado paralelamente a la escuela, el mundo educativo y la sociedad. Además, el actual equipo directivo se caracteriza por su carácter abierto y receptivo a otros modelos educativos internacionales y, sobre todo, a la cultura de pensamiento, que representa la evolución lógica de nuestra trayectoria.

La metodología de nuestro colegio es constructivista y vivencial, y sitúa al alumnado en el centro del aprendizaje, para que sea totalmente partícipe. Además, el hecho de ser una escuela de una sola línea nos permite tener en cuenta las capacidades y las habilidades de cada alumno en particular, así como prestar atención a los distintos perfiles, ritmos, intereses e inquietudes.

Del mismo modo, ofrecemos la opción de tutoría compartida, que promueve reuniones a tres bandas en las que participa la familia, el alumno y el profesor implicado. Estas reuniones están muy bien valoradas, debido a la complicidad, la proximidad y la sensación de equipo que se crean, y se suman a las más tradicionales entrevistas con el tutor del alumno, que siempre están al alcance de las familias.

Fomentamos las ganas de aprender siempre

Este desarrollo del potencial del alumno se inicia ya en la etapa de infantil, a partir de los programas que estimulan los distintos tipos de inteligencia y las ganas de aprender.

Según nuestro criterio, el resultado es una adaptación y una combinación de las mejores estrategias metodológicas que existen actualmente, entre las que se incluyen el trabajo cooperativo, el trabajo colaborativo, el trabajo por proyectos, el Inspira, el EMAT, el Ludiletras, el ajedrez, la robótica y la programación, la educación física, los hábitos saludables, etc.

En nuestro colegio, se trabaja en un ambiente de serenidad y cordialidad que favorece aún más un tipo de educación integral, con el fin de que los alumnos se formen como personas con recursos, confianza, seguridad, autonomía, sensibilidad, imaginación, resiliencia, empatía, creatividad, respeto por el medioambiente, solidaridad, generosidad y una buena gestión emocional.

Todo esto, en un día a día alegre y con unas constantes ganas de festejar en comunidad, como lo demuestran las fiestas señaladas en nuestro calendario, como el Día del Árbol en primavera, la Fiesta de la Vendimia, el Belén Viviente o el Día del Deporte.